El delfin es el mamífero que rivaliza con el hombre en la escala de capacidad craneal. Tiene una gran corteza cerebral y un comportamiento complejo. Posee memoria y es capaz de resolver situaciones inesperadas. Siente y expresa emociones (en mayor grado que algunas personas que he conocido), e incluso mantiene una sexualidad abocada al placer, no sólo a la reproducción(el hedonismo: otro síntoma de su inteligencia). Los delfines en grupos saltan para expresar su alegría. Sin embargo, en cautividad, no saben saltar para huir. Cuando estos mamíferos tuvieron que adaptarse al mar, hace unos veinticinco millones de años, experimentaron un proceso hacia un alto grado de encefalización. Tenían que sobrevivir en un mundo hostil, vasto y tenebroso. Aprendieron a nadar y a respirar fuera del agua al mismo tiempo. Aprendieron a dormir utilizando sólo un hemisferio. El delfín emite señales acústicas a través de un mecanismo situado en la cabeza. Esas señales rebotan en las masas sólidas y vuelven luego a su oído. Los delfines analizan esas ondas y construyen mapas tridimensionales entrelazados. El cerebro humano sólo puede captar unas treinta señales acústicas, el delfin unas setecientas. Por esa razón, sus sonidos nos parecen chasquidos. Además de esos chasquidos, los delfines emiten silbidos con la parte profunda de la laringe. Se cree que unos y otros forman parte de un sofisticado sistema de comunicación. Recientemente se ha comprobado que los delfines salvajes se saludan y que utilizan un silbido particular para cada individuo. ¿Un nombre?Algunos experimentos muestran que los delfines tienen un alto grado de conciencia: no sólo pueden reconocer a otros sino que se reconocen a si mismos. (Fuente: "El cerebro esta en el alma". Eduardo punset). Y, aunque Punset no lo comenta, -pues esto ya corre de mi cuenta- habrá que reconocer que además los delfines son ateos. Y esa es sin lugar a dudas otra genuina señal de inteligencia.

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